Los constantes cortes del suministro eléctrico en la región, están afectando y repercutiendo en la productividad, ya que miles de personas quedan imposibilitadas de seguir trabajando o realizando trámites. Esto, sin duda, va a traer consecuencias en los índices de productividad con respecto a otras regiones.
En el área de las empresas, la falta de energía eléctrica tiene un impacto directo y negativo y entre ellas tenemos: la interrupción de los procesos productivos, con pérdidas de horas de trabajo y retrasos en las entregas de trabajos y servicios; además de perdida de información, daños de equipos electrónicos, etc. Tambien tenemos una serie de costos adicionales, como la compra de estabilizadores de voltaje, la compra o arriendo de equipos generadores, sistemas de respaldo, etc.
En el área de las afectaciones a las personas, estar sin luz eléctrica durante horas (el último corte duró casi nueve horas continuas) genera múltiples problemas, ya que el uso de electricidad es mucho más intensivo en estos meses de invierno. No tener luz para iluminación, para generar calor, para el uso de aparatos como cocinas eléctricas y microonadas impacta en la calidad de vida de los habitantes de la Región.
Como región, no podemos seguir sufriendo de constantes cortes eléctricos, debe haber una solución real y a corto plazo entre la empresa privada y el gobierno, porque dicha situación nos afecta a todos y sobre todo a la economía.
