Prácticamente todos salimos encantados de disfrutar de semejante experiencia, cuyo éxito ha vuelto a quedar latente en propuestas similares como Doctor Strange en el multiverso de la locura. Sin embargo, en mi caso personal, con el paso del tiempo ha sido inevitable pensar que, pese a lo vibrantes que son muchas de las ideas con las que juega Marvel, estas siguen teniendo la espina clavada de no salir de su monótona y repetitiva fórmula. Y resulta hasta desolador percatarse de que el cine en la gran pantalla está quedando limitado a este tipo de producciones.
Por suerte, una película independiente ha llegado para demostrarnos que esto no tiene por qué ser así, que aún hay hueco en las salas de cine para propuestas más pequeñas y arriesgadas y que el público aún tiene ansia de frescura y nuevas ideas. Y lo hace dejando por los suelos a la mismísima Marvel, cogiendo su fórmula estrella actual y demostrando que las cosas se pueden hacer también de forma diferente.
Hablo de Todo a la vez en todas partes, cinta independiente producida por A24 (responsables de Moonlight, Minari, Hereditary o El faro) que se adentra en el concepto de los multiversos con una propuesta alocada y repleta de acción y diversión consiguiendo que hasta la idea más absurda se perciba como una absoluta genialidad. Su historia habla sobre la crisis de la mediana edad, los errores de la vida y las oportunidades perdidas, todo ello narrado a través de un drama familiar que adquiere una dimensión mayor cuando en las diferentes realidades alternativas este está a punto de provocar el colapso del multiverso.
Protagonizada por Michelle Yeoh (Tigre y dragón), Jamie Lee Curtis (Halloween) y Ke Huy Quan (el niño de Indiana Jones y el templo maldito), la idea es la misma que la de Spider-Man: No Way Home y la secuela de Doctor Strange, el encontrarse con diferentes versiones de un personaje en otros universos donde la vida ha seguido otras direcciones. Pero mientras que en la franquicia de superhéroes de Disney han limitado el concepto a la sucesión de cameos y a un juego visual que quedaba deslucido ante el descarado uso del CGI, Todo a la vez en todas partes muestra un ímpetu por explotar la idea en su máximo exponente que deja totalmente en pañales a lo visto en Marvel. Y no le ha hecho falta desembolsar ni una ligera parte de los inmensos presupuestos en los que se mueve el cine de superhéroes.
Es un completo disfrute ver cómo juega con la conexión entre universos, recurriendo a géneros como la comedia para producir los saltos dimensionales de la manera más anómala y genial posible, a la acción frenética para mostrar la conexión con versiones del personaje capacitados en habilidades tan aleatorias como las artes marciales, la cocina o el canto y el drama más íntimo para hacer avanzar su trama. Además, a nivel visual, este salto entre realidades se ve representado con cambios en la proporción de aspecto de la imagen que aporta un dinamismo electrizante.
Es una mezcla de conceptos arriesgada y que sobre papel podría parecer un total sinsentido, pero la película se las ingenia para que todo cuadre en pantalla y que salgamos de la sala con la impresión de haber vivido una experiencia cinematográfica única. Y esto es algo que estudios como Marvel, aun jugando con conceptos idénticos y disponiendo de muchos más recursos, no ha sido capaz de igualar en ninguna de sus películas.
Por eso, creo fuertemente que una de las intenciones de Todo a la vez en todas partes es dar una llamada de atención a Marvel y a las grandes sagas de Hollywood, haciendo ver al público que hay vida mucho más allá de las rutinarias franquicias de los grandes estudios. De ahí que se hayan rodeado de importantes personalidades de la saga de superhéroes de Disney como los Hermanos Russo, los directores de Vengadores: Endgame o Capitán América Civil War que trabajan como productores en esta película.
Y no se puede negar que la jugada les ha salido perfecta. La película, que un principio se estrenó en marzo en tan solo 10 salas de Estados Unidos, logró una recaudación de más de medio millón de dólares en su primer fin de semana que evidenció que su alocada idea había captado la atención de los espectadores. Poco a poco fue ampliando su número de cines y no tardó en convertirse en uno de los fenómenos del 2022 en territorio estadounidense, logrando erigirse como la cinta más taquillera de su productora con una recaudación de $57,5 millones en la taquilla local que aumenta hasta los $66,6 millones junto a los datos internacionales.
Al final, si tienes buenas ideas, arriesgas, intentas romper expectativas y sabes cómo conectar con el público, es perfectamente viable lograr un éxito masivo, incluso cuando el cine independiente parecía caído en desgracia en las salas de exhibición. Y este riesgo y esta salida de la zona de confort es lo que deberían tener en cuenta las grandes sagas de Hollywood para lograr sorprendernos, porque aun apostando por conceptos tan atractivos como el multiverso si no pones imaginación y riesgo de por medio al final acabas sumido en la misma monotonía de siempre, como bien creo que le está comenzando a ocurrir a Marvel.