Me cuentan mis ancestros que aquí en el norte no habia sol y que las personas eran pequeñas las plantas tampoco crecían mucho, asi también los animales y por últimos sus mismos hogares, como hoy en dia aun podemos ver algunas casas de barros en ruina y pircas.
Entonces siempre los ancestros les decían que algún dia el sol vendría y saldría a iluminar y dar vida y crecimiento. Es por ello que debían hacer sus hogares mirando hacia las montañas para que el sol nos los queme con su fuego.
La gente se preparaba para esperarlo con las puertas de su casa, hacia los cerros. Asi no se quemarían decían ellos. Entonces ese dia llego, y el sol salió por los cerros y los gentiles se encontraban fueras de sus casas y muchos fueron quemados y calcinados con el sol. De acuerdo a todo lo sucedido esos lugares quedaron con espíritus de los muertos en lugares de entierro.
Luego de aquello cada vez que alguien se acercaba a esos lugares de los hechos, esos espíritus malignos agarraban con una enfermedad de las chulpas su ánimo de las personas presentando en ellos males estar, lo que hacía recurrir a curanderos.
Hasta hoy en dia existen esos lugares malignos.
Relatado por Julio G.