Se dice que en tiempos antiguos, un cóndor salió a buscar una niña muy fuerte y bien formada para casarse con ella.
El cóndor entonces bajo desde lo más alto convirtiéndose en un hombre joven, en busca de una pastorcita, para enamorarla.
No se demoró mucho en ofrecerle matrimonio e invitarla a vivir con él en las alturas. Le habló de vivir una vida eterna, un lugar muy bonito, y de ver el sol desde las alturas, como también la noche con estrellas y luna.
Entonces ella acepto la propuesta de irse con el cóndor a las alturas. Al llegar a la cueva del Cóndor, la pastorcita quedo muy ajustada, ya que era un lugar muy seco desértico con peñas. Viendo el cóndor a su enamorada triste, él le ofrece alimentos, entonces decide ir en busca de carne. El cóndor luego de un momento le trajo carne cruda y la niña no quiso comer la carne cruda, ya que las personas acostumbran a comer la carne cocida, entonces el cóndor se fue devuelta al campo y busco fuego, ya que el sabía que las personas siempre tenían cenizas fueras de sus casas. El muy astuto revolcó la carne en las cenizas y se fue contento a los altos donde se encontraba su enamorada. Luego la Pastorcita mira con extrañeza la carne y decide no comer. La niña muy arrepentida de haber subido a las alturas se puso triste y le pidió al cóndor que la bajara al campo con su familia, y el cóndor accedió.
Así fue como el cóndor siguió viendo a la pastorcita desde las alturas.
Relatado por Isidro G.