Tal y como había prometido durante su campaña, una de las primeras medidas ordenadas por Joe Biden durante su primer día como presidente de Estados Unidos fue detener la construcción del muro en la frontera con México.
Durante la jornada el nuevo mandatario también anunció otros importantes cambios en materia de política migratoria, empezando por un proyecto de ley que establece un camino hacia la ciudadanía para más de 11 millones de indocumentados.
Pero nada ejemplifica mejor la ruptura con las políticas de la anterior administración como el fin de la construcción del muro, tal vez el proyecto más representativo de todo el mandato de Donald Trump.
«Ya hemos construido 300 millas (480 kilómetros) del muro fronterizo», presumió Trump el 28 de agosto pasado, en un mitin celebrado justo después de terminada la Convención Nacional Republicana que oficializó su candidatura a la reelección.
«El muro pronto estará listo y nuestros números en la frontera son los mejores de la historia. Por cierto, México está pagando por el muro, por si no lo sabían«, añadió en esa oportunidad el mandatario.
Desde ese momento, en todos sus actos de campaña, Trump insistió en estas dos ideas: que el muro avanzaba rápidamente y que la factura estaba del lado mexicano.
Y, según las proyecciones del mandatario, se esperaba que para principios de 2021 ya se hubieran completado un total de 800km.
México en la mira
El 25 de enero de 2017, Trump firmó un decreto que autorizaba la construcción del muro en la frontera sur.
Pocos meses después, en abril, Trump tuvo que renunciar a hacer la obra en su primer año fiscal como presidente, como era su promesa.
El mandatario insistió en que la gran obra de infraestructura sería financiada por México.
El entonces presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, rechazó esa afirmación y aseguró en varias ocasiones que su país no pagaría ningún muro.
Y en un encuentro en la Casa Blanca, tanto el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, como Trump evitaron hablar del delicado asunto.
Aun así, el mandatario estadounidense siempre insistió en que México estaba pagando el muro, algo que los datos oficiales también contradicen.
Según la CBP, la financiación para la construcción procede de los Departamentos de Seguridad Nacional, Defensa yTesoro.
Esto fue posible gracias a la declaración de estado de emergencia nacional en la frontera firmada por Trump el 15 de febrero de 2019.
El presidente justificó que la declaración era necesaria para proteger al país de una «invasión de drogas y criminales» procedente de México y que supone «un grave riesgo para la seguridad nacional».